Lo mejor para el final!
El jueves partimos hacia la Gran Muralla. OHHHHHHHHHHHHHHHHH
Hora y media de bus con una guía que debía cobrar por palabras. Dos horas de visita silvestre sin guía, dos horas y sólo unos kilómetros de muralla... ¡¡pero qué kilómetros!!
Esa gente no tenía walki-talkies ni nada, espero que tuvieran al menos tambores, trompetas o cuernos (viviendo tol día en la montaña seguro que... jeje).
El paisaje daba ganas de gritar The beacons of Gondor are lighten!!!! (para los no frikis del Señor de los Anillos en versión original: las almenaras de Gondor están encendidas.. que mal queda verdad? seguro que en la peli dijeron algo mas chulo que eso)
Después de las dos horitas de marcha atlética y sesión de fotos (en esta parte de la muralla no hay muchos turistas, tuvimos mucha suerte) nos llevaron a reposar a un centro de Medicina China. En él se confeccionaban los remedios de uso exclusivo de la familia imperial de generación en generación, y según se nos explicó, la prisión esperaba al listillo que los vendiera. Estos médicos chinos son muy cachondos, el tío tenía su discursillo preparado ( lo que tienen estos viajes organizados para guiris...) con bromas y todo: un médico occidental lo primero que te pregunta es ¿Cuál es el problema?, un médico chino te dice cual es. Vamos, que House ya existía hace miles de años y nosotros lo descubrimos ahora. Lo mejor de esta experiencia: el masaje de pies que me dieron allí por la cara y el diagnóstico de calvicie que le dieron a Guillermo. (silencio sepulcral ante tal revelación: Guillermo está calvo,Dios mío, mi servilleta) Eso sí, la culpa la tienen los genes, pero la medicina china lo puede todo, y por unos módicos 80 leros te hace crecer el pelo si hace falta... nos lo estamos pensando. ¿Sabe Pedro Jota algo de esto?
Nuestra última noche fue un frenesí de intento de compras en la Calle de la Seda. Para los incautos como nosotros, no se trata de un simpático mercado callejero, los chinos se las saben todas y no se exponen al mal tiempo. Un edificio de 4 plantas con todo lo que el turista oportunista desearía: trolex, ekipos de golf, gadjets informáticos, y todo tipo de parafernalia china: joyas de lujo y bagatelas, artesanía y pongos horteras, ropa de todo tipo y precios que van de los 1250 RMB (125 euros aprox) a los 40 RMB en menos de dos minutos. El rollo es que como no nos mola regatear sólo compramos lo extrictamente necesario y nos piramos antes de que nos entrara la fiebre del oro.
Un timing perfecto y un largo periplo hasta la puerta de embarque. Viajeros, se necesita 2 horas de verdad para hacer tooooooodo lo necesario en el aeropuerto Capital, esperamos que para los Juegos Olímpicos tengan el nuevo preparado...)
Zaijan Beijing.
Hora y media de bus con una guía que debía cobrar por palabras. Dos horas de visita silvestre sin guía, dos horas y sólo unos kilómetros de muralla... ¡¡pero qué kilómetros!!
Esa gente no tenía walki-talkies ni nada, espero que tuvieran al menos tambores, trompetas o cuernos (viviendo tol día en la montaña seguro que... jeje).
El paisaje daba ganas de gritar The beacons of Gondor are lighten!!!! (para los no frikis del Señor de los Anillos en versión original: las almenaras de Gondor están encendidas.. que mal queda verdad? seguro que en la peli dijeron algo mas chulo que eso)
Después de las dos horitas de marcha atlética y sesión de fotos (en esta parte de la muralla no hay muchos turistas, tuvimos mucha suerte) nos llevaron a reposar a un centro de Medicina China. En él se confeccionaban los remedios de uso exclusivo de la familia imperial de generación en generación, y según se nos explicó, la prisión esperaba al listillo que los vendiera. Estos médicos chinos son muy cachondos, el tío tenía su discursillo preparado ( lo que tienen estos viajes organizados para guiris...) con bromas y todo: un médico occidental lo primero que te pregunta es ¿Cuál es el problema?, un médico chino te dice cual es. Vamos, que House ya existía hace miles de años y nosotros lo descubrimos ahora. Lo mejor de esta experiencia: el masaje de pies que me dieron allí por la cara y el diagnóstico de calvicie que le dieron a Guillermo. (silencio sepulcral ante tal revelación: Guillermo está calvo,Dios mío, mi servilleta) Eso sí, la culpa la tienen los genes, pero la medicina china lo puede todo, y por unos módicos 80 leros te hace crecer el pelo si hace falta... nos lo estamos pensando. ¿Sabe Pedro Jota algo de esto?
Nuestra última noche fue un frenesí de intento de compras en la Calle de la Seda. Para los incautos como nosotros, no se trata de un simpático mercado callejero, los chinos se las saben todas y no se exponen al mal tiempo. Un edificio de 4 plantas con todo lo que el turista oportunista desearía: trolex, ekipos de golf, gadjets informáticos, y todo tipo de parafernalia china: joyas de lujo y bagatelas, artesanía y pongos horteras, ropa de todo tipo y precios que van de los 1250 RMB (125 euros aprox) a los 40 RMB en menos de dos minutos. El rollo es que como no nos mola regatear sólo compramos lo extrictamente necesario y nos piramos antes de que nos entrara la fiebre del oro.
Un timing perfecto y un largo periplo hasta la puerta de embarque. Viajeros, se necesita 2 horas de verdad para hacer tooooooodo lo necesario en el aeropuerto Capital, esperamos que para los Juegos Olímpicos tengan el nuevo preparado...)
Zaijan Beijing.
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