HongKong, paraíso de las copias

Que decir de una ciudad comunista que es el paraíso de todo buen capitalista... Esa mezcla extraña de ingles y chino, de comunismo y capitalismo a ultranza, de andamios de bambú y rascacielos de 56 plantas (en todo edificio de mas de 13 plantas hay que descontar uno porque la planta 13 nunca existe).
Solo decir que creo que fui el único en no gastar mas de 100 euros. No compre nada, bueno, miento, tan solo una tarjeta de memoria para la cámara de 2 higas. Pero el resto compraron por mi. Todos tienen un nuevo Ipod, un par de bolsos y relojes para poder enseñar. Mi hermana y mi cuñao me regalaron uno, pero nada de tROLEX, un Mao que mueve la mano arriba y abajo indicando al pueblo el camino de la revolución a ritmo de segundero.
Ellos se fueron todos con tROLEX en las muñecas, y alguno en la maleta.
Fotos irán llegando. Porque he de decir que a pesar de todo, es una bonita ciudad. Volveré con Nerea para buscar ese proyector que no encontré y para que ella vea lo mismo que mis ojos vieron...