El ataque de las hormigas rojas
Como todos recordareis ya había sido atacado por hormigas en casa, pero esta vez era una emboscada.
Todo empezó la noche del domingo, siempre que íbamos a la habitación encontrábamos hormigas sobre nosotros y nunca veíamos trazas de estas enanas rojas de apetito voraz. Buscamos por todas las esquinas, paredes, suelos, pero nada. Y sin embargo siempre había una o dos sobre nuestros brazos o piernas cada vez que íbamos a la habitación.
Resolución, fumigar la habitación antes de irnos a dormir el domingo por la noche, resultado…
Al llegar el lunes descubro justo en la puerta de la habitación muchos puntitos negros, cadáveres de hormigas que habían pasado a mejor vida, mis fueros internos se regocijaban de la muerte de esos animalitos del señor. Pero cual fue mi sorpresa al volver a encontrar hormiguitas voraces corriendo por mi brazo…
Operación FUMIGO II
Esta vez no iban a sobrevivir. Poco a poco fui siguiendo el rastro de puntos negros, como buen boy-scout, hasta llegar al punto de origen. Las hijas de su madre (todas de la misma, seguro) se habían asentado en la parte superior nuestra cortina (pequeña pausa, tenemos una cortina japonesa en la entrada de la habitación, muy mona por cierto) por eso encontrábamos siempre sobre nosotros hormigas al entrar o salir de ella.
¡¡¡JA, JE, JI, JO, JU, ahora si que no se salvarán!!!
FUMIGO II completa, ni rastro del enemigo, para estar seguros la cortina ha pasado un proceso de lavado total. Eso si, yo he tenido que tomar antihistamínicos, las muy jodías me habían picado tanto que se me había hinchado un poco la mano.
Seguiremos informando.
Todo empezó la noche del domingo, siempre que íbamos a la habitación encontrábamos hormigas sobre nosotros y nunca veíamos trazas de estas enanas rojas de apetito voraz. Buscamos por todas las esquinas, paredes, suelos, pero nada. Y sin embargo siempre había una o dos sobre nuestros brazos o piernas cada vez que íbamos a la habitación.
Resolución, fumigar la habitación antes de irnos a dormir el domingo por la noche, resultado…
Al llegar el lunes descubro justo en la puerta de la habitación muchos puntitos negros, cadáveres de hormigas que habían pasado a mejor vida, mis fueros internos se regocijaban de la muerte de esos animalitos del señor. Pero cual fue mi sorpresa al volver a encontrar hormiguitas voraces corriendo por mi brazo…
Operación FUMIGO II
Esta vez no iban a sobrevivir. Poco a poco fui siguiendo el rastro de puntos negros, como buen boy-scout, hasta llegar al punto de origen. Las hijas de su madre (todas de la misma, seguro) se habían asentado en la parte superior nuestra cortina (pequeña pausa, tenemos una cortina japonesa en la entrada de la habitación, muy mona por cierto) por eso encontrábamos siempre sobre nosotros hormigas al entrar o salir de ella.
¡¡¡JA, JE, JI, JO, JU, ahora si que no se salvarán!!!
FUMIGO II completa, ni rastro del enemigo, para estar seguros la cortina ha pasado un proceso de lavado total. Eso si, yo he tenido que tomar antihistamínicos, las muy jodías me habían picado tanto que se me había hinchado un poco la mano.
Seguiremos informando.
Commenter cet article