Ideas saliendo de mi cabeza
A Nerea le gustaron las luciérnagas más que los butandines, estos últimos resultaron poco sociables y eso siempre deja mal sabor de boca.
Pero las luciérnagas se dejaban coger, tocar, sacudir e incluso seguían la luz de la linterna de nuestros guías.
Las cantidades eran ingentes, miles y miles de bichos que vuelan y brillan sobre el mismo árbol, confundíamos las estrellas y los bichos. Pero estos insectos decidieron que mi calva era la mejor pista de despegue/aterrizaje de nuestra bagnka y se posaban sobre ella, dando la impresión de que las pocas ideas que yo hubiera podido tener se me escapaban sin que pudiera hacer nada por impedirlo.
Puede que haya sido lo mas chulo de Donsol.
Pero las luciérnagas se dejaban coger, tocar, sacudir e incluso seguían la luz de la linterna de nuestros guías.
Las cantidades eran ingentes, miles y miles de bichos que vuelan y brillan sobre el mismo árbol, confundíamos las estrellas y los bichos. Pero estos insectos decidieron que mi calva era la mejor pista de despegue/aterrizaje de nuestra bagnka y se posaban sobre ella, dando la impresión de que las pocas ideas que yo hubiera podido tener se me escapaban sin que pudiera hacer nada por impedirlo.
Puede que haya sido lo mas chulo de Donsol.
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