Después de una semana
O casi, nos damos cuenta de que al despertarse no se oyen los triciclos, ni los niños corriendo por la calle, ni huele a humo todo el día. Incluso vemos que al ducharnos el agua no sale negra, no éramos nosotros los guarretes, sino la ciudad. Además, pro primera vez desde agosto del año pasado me ha apetecido ponerme una camiseta, cubrirme en lugar de quitarme ropa. Es extrañamente agradable.
Sino anunciar que el agua del océano sigue estando fría, que el sol aun no nos ha quemado y que ya tenemos los billetes para ir a Lorca, tan solo 8 horitas de autobús, que esperemos no sufran el ajuste de las +3 horas…
Sino anunciar que el agua del océano sigue estando fría, que el sol aun no nos ha quemado y que ya tenemos los billetes para ir a Lorca, tan solo 8 horitas de autobús, que esperemos no sufran el ajuste de las +3 horas…
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